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Era de madrugada en la ciudad de Monterrey y un médico recibió una llamada de urgencia. En el Hospital Zambrano era necesaria la presencia de un especialista, pues un joven había sufrido heridas severas tras recibir una golpiza durante un concierto. Al llegar sus ojos se llenaron de lágrimas… se trataba de su hijo.
 
A través de un video publicado en su página de Facebook, el Cirujano Plástico, Manuel Sanmiguel Ramos relató que se encontraba con unos amigos celebrando la inauguración de un restaurante cuando tras regresar a casa sonó su teléfono.
 
“’Doctor hay un paciente que necesita verlo, hay un paciente que estaba viendo un concierto en Fundidora’… Me dicen que es un muchachito que estaba con su hermana enfrente del escenario y llega un grupo de desadaptados, de esos tipos que no tienen nada de valores”, dijo.
 
“Me puse mi bata. Me fui de urgencia al Hospital Zambrano, llego y me encuentro a un jovencito que al parecer había defendido a su hermana porque esta ‘jauría de animales’ habían tratado de propasarse con su hermanita…”, contó.
 
El doctor mencionó que el paciente estaba cubierto de lodo, tenía el rostro ensangrentado y la nariz destrozada.
 
“Veo el caso y haciendo caso de toda mi experiencia para resolverlo, algo empieza a pasarme, algo estaba fallando al ver a un paciente tirado en una camilla. Empecé a escuchar mi corazón cómo nunca lo había escuchado en ninguna urgencia. Mi pulso fino de relojero comenzó a temblar, con mi cubrebocas, no podía ver, de repente comenzó a ser cubrierta por lágrimas”, señaló.
 
“El médico frío, el que trae el disfraz y la corazón de no sentir nada se me había caído y estaba ahí con el alma abierta porque el que estaba tirado era mi hijo”, dijo entre lágrimas al confesar que por un momento sintió coraje e impotencia al ver el estado en el que lo encontró.
 
El médico señaló que pasó tres horas atendiendo a su hijo que había sufrido heridas que pudieron provocarle la muerte.
 
“Las cosas cambian y te entra el coraje y ves a tu paciente con cara de angustia porque no sabe lo que pasó. Pero haciendo uso del amor de lo que hago y concentrado en mi profesión dejé las cosas afuera y me dedique tres horas a atenderlo”, mencionó.
 
“No sé qué está pasando, pero tenemos que hacer énfasis en nuestro valores, no podemos perdernos, porque perder los valores lo perdemos todo”, recalcó.
 
Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana y se desconoce si los agresores fueron detenidos.