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Carlos Slim lideró este mediodía la respuesta de la sociedad civil a Donald Trump. El magnate de las telecomunicaciones, cuarto hombre más rico del mundo, ha apelado este viernes en una conferencia de prensa anunciada con corta antelación a que el pueblo mexicano “permanezca unido” ante la amenaza de Trump. “Veo con gran emoción cómo todo México habla con una sola voz para apoyar la decisión del presidente en las negociaciones que esperemos continúen haciéndose en un corto plazo”, ha subrayado Slim en referencia a las conversaciones entre su país y EE UU tras la llegada del magnate republicano a la Casa Blanca. Las palabras del mayor empresario mexicano llegan en un momento de máxima debilidad del Gobierno de Enrique Peña Nieto (PRI), con la valoración ciudadana en mínimos, y suena a espaldarazo en un trance crítico: “Tenemos que respaldarle, todo el país debe hacerlo ante un riesgo especial en la relación con EE UU que no habíamos visto en 100 años”. Slim ha negado cualquier ambición política a un año de las elecciones federales, pero se ha ofrecido en lo que pueda servir a México.

“La unidad nacional es la más sorprendente que he visto en mi vida. Creo que hemos aprendido esa lección. Unidos somos más fuertes y, en estas negociaciones, en las que me da la impresión de que están más de nuestro lado. Tengamos una posición de fuerza sin enojarnos pero sin entregarnos”, ha incidido Slim en una conferencia de prensa con marcado tono político. “La unidad nacional es muy importante en este momento y va a permitir al Gobierno, desde una posición de fuerza, negociar lo mejor para los intereses nacionales”. Asimismo, Trump ha destacado que habría sido un error que Peña Nieto hubiese ido a EE UU. “El Gobierno [mexicano] está ahora en una posición negociadora fuerte y firme”.

El empresario mexicano ha incidido en el “gran cambio en la forma de hacer política y de gobernar” que ha llevado Trump a la Casa Blanca. “Supone un regreso al pasado, una utopía regresiva, a la exitosa sociedad industrial del pasado norteamericano”, ha criticado. En cambio, Slim ha alabado la capacidad negociadora de Trump y ha apelado a su sentido común: “Debe darse cuenta de que el cambio no va por ahí”. Sobre la política comercial marcadamente proteccionista que ha esbozado Trump tanto en campaña como en sus primeros días de presidencia, Slim ha subrayado que le dará “unos cuantos miles de empleos”, pero a la vez la pagarán los consumidores e importadores estadounidenses. “Pensar en regresar al pasado glorioso de la industria norteamericana ya no funciona. Está enfrentando el cambio civilizatorio hacia atrás y no hacia delante. La nueva civilización es tecnológica y de servicios”. Trump ha asegurado que mantendrá sus negocios en EE UU.

Slim también ha tenido palabras críticas sobre la política más controvertida del nuevo presidente estadounidense: la construcción de un muro en la frontera sur. “La mejor barda son inversiones, actividad económica y oportunidades de empleo en México. Nuestra fuerza laboral es sobresaliente, por mucho superior a la de nuestros vecinos”, ha aseverado. “EE UU requerirá mucha mano de obra adicional y no tengo duda de que México es su mejor y más complementario socio”. El empresario ha destacado que Trump “no puede cerrar fábricas y llevárselas de un día para otro” y que le encarecería a 325 millones de consumidores. “Hay que darle argumentos a su equipo. Desmantelar todo no es viable. Hay que tener paciencia, inteligencia y firmeza”.

“Que [Trump] cierre la economía estadounidense es un alto riesgo para sus consumidores y sus empresas. Es cosa de años que tenga problemas. Espero que el presidente piense que la globalización, la pluralidad, el medioambiente y los derechos humanos son fundamentales”, ha dicho Slim, que ha afirmado no haber mantenido ninguna conversación con Trump desde la cena que ambos mantuvieron en Florida justo después de las elecciones estadounidenses. “Las negociaciones más duras [para Trump] serán sobre cuestiones internas”.

El mercado interno, primera prioridad de la política económica mexicana

“Ahora la preocupación primera de México debe ser la situación de los mexicanos que están en EE UU. Ayudar a nuestros compatriotas allá, que México les dé los documentos que necesitan, a través de los consulados”, ha pedido. “Hay que buscar que se reconozca a los mexicanos que están allá”.

En política económica, el empresario ha abogado por que México se vuelque en el mercado interno. “La inversión extranjera debe seguir y hay que agradecer su presencia en México a todas esas empresas, pero el 85% de la inversión no proviene de ellos, sino de nacionales”, ha destacado. “Tenemos un superávit [comercial] sustancial con EE UU, pero un déficit con el resto. Se debe optar por una sustitución comercial”. Además, Slim ha defendido el uso de las reservas para defender la cotización del peso y una política fiscal y monetaria que impulse el empleo. También, “como EE UU” un plan de infraestructuras y de reconversión urbana.

Pese a la compleja situación que atraviesa su país, el presidente de Grupo Carso y uno de los principales accionistas del New York Times –del que dijo estar en pleno proceso desinversor– ha optado, en líneas generales, por un discurso optimista. “La situación y las circunstancias de EE UU son muy favorables para México. [Trump] dice que va a crecer un 4% al año, que va a generar 25 millones de empleos, va a bajar impuestos y va a promover la repatriación de capitales… Ojalá y le vaya bien; será muy positivo para nosotros”.