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Joviales y pizpiretos, Adrián Uribe y Omar Chaparro son la definición clara del llamado “chavo ruco”: hombres adultos que por momentos siguen comportándose como adolescentes.

El adjetivo no los ofende: lo aceptan y hasta lo celebran, al grado de grabar una canción que expone todo lo que vive alguien que, como ellos, ya llegó al “cuarto piso”.

“Es parte de lo que estamos viviendo nosotros, pues todavía nos sentimos chavos. A los dos nos gusta hacer ejercicio y cuidarnos, pero ya rebasamos los 40 y empezamos a sentir la diferencia generacional.

“Así que esta canción es para burlarnos un poquito de nosotros mismos y reírnos de que ya no somos unos chavitos. Muchas personas se van a identificar con la rola”, reconoce Uribe, de 43 años.

“Chavo Ruco”, escrito por Elías González “Spaghetti”, tendrá hasta su propio video, el cual servirá como introducción del espectáculo teatral Imparables, creado por ambos comediantes.

Grabado en un antro de la Colonia Roma, el clip exhibe los clichés de estos jóvenes maduritos: desde las camisas floreadas y desabotonadas, hasta su obsesión con el ejercicio.