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Luego de 53 años de historia, el Cine México proyectó ayer su última función antes de ser clausurado y posteriormente demolido.

Cientos de familias acudieron a este viejo teatro para sentarse por última vez una de las tres salas operantes desde el 5 de julio de 1963, sin siquiera saberlo.

El reducido espacio de este cine concentra el aroma a mantequilla que despiden las palomitas recién hechas, tanto que inundaban la esquina de Guerrero y Madero; las paredes blancas con naranja y el piso negro de azulejo encierra una añeja atmósfera que se musicaliza con cientos de bandas sonoras.

Por su parte, el gerente del local, Joel Rendón, aclaró que la demolición se extenderá hasta los locales que están a la izquierda del Cine, pues la intención final es renovar el espacio para dar lugar a una nueva empresa cinematográfica que va a albergar seis salas totalmente nuevas con espacio para 180 butacas.

“Durante esta semana vamos a empezar a desarmar las cosas y a llevarnos todo lo que se pueda remover. Ya después de que terminemos van a venir a demoler este espacio que, sé, tiene mucha historia” aclaró el gerente.

Se espera que el nuevo cine comience a operar en diciembre. Mientras tanto, los empleados serán reubicados al cine de Plaza Reforma.

Luego de 19 mil 385 días, la última función en este Cine México, tal y como lo conocieron miles de neolaredenses, se proyectó a las 11:00 de la noche.