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Todo hace suponer que los multicampeones de antaño, Lakers y Boston, están agarrando ahora su segundo aire.

Dos de las franquicias más exitosas de la NBA , que han venido a menos en los últimos años, parecen estar resurgiendo para beneplácito de sus millones de seguidores en el mundo.

Sin embargo, no se pueden echar las campanas al vuelo, porque aún están lejos de ser protagonistas rumbo al trofeo Larry O’Brien, pero lo que sí es cierto es que ya dejaron de estar entre los peores de la competencia para empezar a ascender puestos en sus respectivas conferencias.

Lakers terminó la temporada 2015 -16 como el segundo peor equipo de la NBA con sólo 17 triunfos, y ahora ya están a la mitad de victorias en la naciente campaña.

La clave para los angelinos ha sido el espíritu combativo que ha impuesto el nuevo y joven coach Luke Walton a la reciente generación que forman DeAngelo Russell, Julius Randle, Lou Williams y Nick Young.

La mala noticia es que Russell, jugador que está en su segundo año y del que se espera llene los zapatos del retirado Kobe Bryant, se acaba de lastimar y ya se perdió dos partidos, casualmente ante rivales de poder como son Oklahoma City y Golden State.

Boston por su parte ya tiene marca de 9-6, y la temporada pasada terminaron con 48-34 para clasificar a las Finales siendo eliminados 4-2 por Atlanta en la Primera Ronda.

El que ahora está cargando al equipo es Isaiah Thomas, quien está en plan de estrella con promedios de 26.4 puntos con 6.3 asistencias por encuentro. También colaboran Al Horford (23.1 puntos) y Avery Bradley (8.1 rebotes).

El último título conseguido por los Celtics se remonta al 2008, y todo hace suponer que las esperanzas están reverdeciendo.