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CIUDAD ANÁHUAC, NUEVO LEÓN.- “El que llega a Anáhuac y no llega por una empanadas y un cabrito, es un delito”, dice un refrán que engloba unas de las tradiciones gastronómicas más arraigadas de esta región, donde se dan las mejores muestras de estos dos platillos del mero norte.

Y uno de los sitios donde venera esto es el restaurante Los Abuelitos, parada obligatoria de vistitantes y de los mismo habitantes de la población que no se cansa de disfrutar estos platillos cuya fama ya ha rebasado fronteras.

Este sitio ha dado servicio desde 1983, teniendo como sus fundadores al matrimonio integrado por Juventino Gutiérrez y su esposa Rosario Espinoza, quienes tuvieron confianza en su sueño que ahora continúa su hijo Juventino Jr.

SUS INICIOS

Ubicado en la entrada a Rodríguez, una vez cruzando el puente que lo divide de Anáhuac, estuvo rentado en un principio a un matrimonoio compuesto por personas mayores que lo tenían como una pequeña cocina, pero por razones que se desconocen, un día se fueron sin decir adiós.

La señora Rosario, quien tenía un salón de belleza, decidió retomarlo y seguir bajo el mismo rubro de venta de alimentos, pero los clientes simpre preguntaban por los anteriores dueños.

“¿Dónde están los viejitos?”, dice que Juventino Jr. que preguntaban.

Por ello y en su honor, fue bautizado como Los Abuelitos.

PUROS INGREDIENTES DE LA REGIÓN

Como norteños, Juventino y Rosario quisieron darle un toque especial a su menú, inclinándose por el cabrito, que se vende guisado, asado, al horno, en fritada y machitos, y poco a poco los clientes le fueron tomando como su favorito, y debido a su sabor, de otras parte fueron llegando para comprobarlo.

A esto se sumó el ejército de cazadores que anualmente llegan en la temporada del venado cola blanca.

Cuenta Juventino Jr. que personas han venido desde Canadá, pasando por Nebraska y California, sólo para probar esta delicia culinaria.

“Vienen por el cabrito y por su botella de tequila”, dice.

NO HAY RECETAS

Juventino menciona que no existe un secreto para lograr el punto exacto del cabrito o las empanadas. Sobre los primeros menciona que lo único es guisarlo o asarlo a fuego lento.

En ambos casos, se utilizan ingredientes netamente de la región.

Las empanadas son elaboradas a mano; primero se hierve la calabaza con el piloncillo y una vez se adiciona a la tortilla de harina que posteriormente se enrolla.

También los dulces de leche quemada se elaboran de forma completamente manual en este restaurante.

VISITANTES DISTINGUIDOS

Una prueba de los vistantes que han tenido el restaurante se refleja en la firma de miles de personas e instituciones que la plasman en las paredes del local.

Deportistas como el Club Tigres de futbol, pasando por los conjuntos gruperos como Bronco, Poder del Norte, Intocable, Pesado o políticos que van desde los gobernadores neoloneses Eugenio Canales, Rodrigo Medina y el actual Jaime Rodríguez o Andrés Manuel López Obrador.

También agrupaciones disímbolas como el grupo motociclista Los Necios, de Nuevo Laredo.

El actual encargado, asegura que uno de los comensales más frecuentes es el ex Mayor de Laredo, Raúl Salinas.

“Él viene, se sienta y se come muy agusto su cabrito; y afuera lo esperan sus guardias”, dice Juventino.

“Vengan, aquí los esparamos a nuestros hermanos de los Laredos”, dice en un tono de franca amistad el encargado de este restaurante.