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El vuelo, un Airbus de la compañía Emirates Airlines, aterrizó en Nueva York con unas 500 personas a bordo. Al menos una decena de ellas enfermaron

Nueva York. Un avión procedente de Dubái fue puesto hoy en cuarentena con varios centenares de personas abordo en el aeropuerto JFK de Nueva York, después de que al menos una decena de pasajeros se sintiesen enfermos, según informó la compañía Emirates.

En un tuit, la compañía del Golfo dijo que “unos 10 pasajeros” del vuelo EK203 “fueron atendidos a su llegada por las autoridades de salud locales como medida de precaución”, sin especificar a qué se vieron potencialmente afectados.

El vuelo, un Airbus de la compañía Emirates Airlines, aterrizó en Nueva York alrededor de las 9:10 hora local (13:10 GMT) con unas 500 personas a bordo.

Agentes de policía y expertos de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC) estaban esperando al avión ya informados de los síntomas que estaban sufriendo numerosos pasajeros.

Los equipos médicos del aeropuerto JFK examinaron a los pasajeros “uno por uno” para verificar posibles síntomas y decidir si dejarlos desembarcar o no, dijo Eric Phillips, portavoz del alcalde de Nueva York Bill de Blasio.

Fueron más de 500 las personas fueron sometidos a revisión médica dentro de la aeronave y los 10 afectados fueron trasladados al Hospital Jamaica de la ciudad.

Unos 250 pasajeros pudieron abandonar el avión poco después de las 11:30 locales (15:30 GMT), precisó Phillips en un tweet.

Aún se desconoce la causa del incidente.

Según Phillips, el caso podría tratarse de una epidemia de gripe, ya que algunas de las 521 personas a bordo llegaron desde La Meca, donde actualmente la enfermedad está en auge.

Una pasajera, Erin Sykes, publicó en Internet videos de los agentes con máscaras y guantes quirúrgicos tomándoles la temperatura a los pacientes antes de bajarlos. 

En una entrevista, Sykes dijo que vio cómo unos pasajeros eran bajados del avión por su mal estado de salud, pero enfatizó que había “muchos, muchos” más que estaban enfermos. 

“Habían unos que tosían fuertemente, que vomitaban, que iban al baño a cada rato”, narró Sykes. 

Para horas de la tarde seguían habiendo versiones contradictorias sobre cuántas personas estaban enfermas y no había información sobre una causa posible.

Sin utilizar el término “cuarentena”, la agencia de la Autoridad Portuaria, que administra los aeropuertos de Nueva York y Nueva Jersey, confirmó que la aeronave había sido conducida “lejos de la terminal” para que los equipos médicos de los Centros de Control y Prevención puedan “abordar y evaluar la situación”.

Imágenes de video tomadas desde helicópteros mostraban a la nave en medio de la pista de aterrizaje durante varios minutos, antes de que los pasajeros comenzaran a bajar. Los que estaban bien fueron llevados en autobuses a la terminal. 

Raghida Dergham, una de las pasajeras de la sección de primera clase, dijo que los enfermos estaban en la clase más económica. 

“Yo estoy bien, de lo mejor”, Dergham aseguró. “No hubo pánico… Lo manejaron muy bien”. 

Otros pasajeros expresaron sospechas de que algunas de las personas a bordo estaban enfermas antes del viaje y que la aerolínea debió tomar medidas para proteger a los demás. 

“¿Por qué se les dejó abordar el avión? Estuve sentado junto a ellos por 13 horas. Si es un virus, nos vamos a enfermar todos”, sostuvo Srinivasa Rao. 

Sykes también culpó en parte a los pasajeros enfermos. 

“Ellos no debieron viajar en un espacio encerrado con otras personas que están saludables”, comentó. 

EL COMERCIO


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