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Dos días antes de que el gobierno mexicano anuncie el segundo ajuste previsto para este año en el precio de los combustibles –que supondría un incremento adicional de hasta 8%–, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, dijo que se está analizando la posibilidad de minimizar el impacto de la medida o incluso, evitarla.

La Secretaría de Hacienda debe informar este viernes 3 de febrero los nuevos precios máximos de los combustibles que se aplicarán a partir el 4 de febrero hasta el 22 de ese mes.

Al respecto, Meade adelantó que está evaluando otras variables económicas, como el tipo de cambio y el precio del petróleo mexicano, para lograr un aumento que afecte lo menos posible la economía y permita, a la vez, equilibrar las finanzas públicas.

“Estamos en el proceso de revisar, en un marco que está cambiando todos los días, cómo podemos seguir haciendo compatible el cuidado de las finanzas públicas con reducir y acotar parte de la volatilidad que estamos viendo para tener la menor afectación posible”, señaló este martes el secretario de Hacienda durante su participación en un diálogo con integrantes del Colegio de Ingenieros Civiles de México, .

La subida de entre 14 % y 20 % de los precios de los combustibles vigente desde el pasado 1 de enero provocó fuertes protestas ciudadanas en buena parte del país y disturbios en los que murieron seis personas.

Por esta razón, durante esta semana, tanto actores políticos, como empresarios y ciudadanos han comenzado a expresar su rechazo y a pedir al gobierno de Enrique Peña Nieto que busque alternativas para evitar un nuevo aumento.

De acuerdo con la analista económica Mariana Ramírez, tanto la actual volatilidad del peso como la cotización del precio del petróleo mexicano en los mercados internacionales podrían permitir al gobierno anunciar un incremento menor al que se había pronosticado.

“Esos dos elementos estarían jugando a favor de un menor incremento en el precio de las gasolinas al menos, en lo que inicialmente se tenía estimado. Las posibilidades de que el anuncio sea mucho más suave están aumentando y en ese sentido sería positivo para (el control) de la inflación, aunque no dejaría de significar un nuevo incremento”, detalló en entrevista con Univision Noticias.

El 31 de diciembre de de 2016 el dólar cerró el 21 pesos, y un mes después cerró en 21.15. Por su parte, el West Texas Intermediate pasó de 53.72 dólares por barril a finales de diciembre de 2016 a 52.81 en la jornada del pasado miércoles.

En enero, el gobierno de Enrique Peña Nieto aseguró que no daría marcha atrás a la medida, porque entonces “los efectos y las consecuencias serían peores”.

La Secretaría de Hacienda explicó entonces que los cambios en los precios del combustible responden al aumento en los precios internacionales, pues México tiene que importar gasolinas porque existe una crisis en sus refinerías, algunas de estas se mantienen cerradas desde hace décadas.