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Chile volvió a triunfar en una definición por penales para conquistar su segundo título consecutivo de la Copa América y de paso retiró a Lionel Messi de la selección de Argentina.

Después de 120 minutos sin goles, Chile se impuso 4-2 desde los 12 pasos el domingo en la final de la Copa América Centenario. Messi mandó su remate a las gradas y Claudio Bravo le atajó el disparo a Lucas Biglia, mientras que Nicolás Castillo, Chales Aránguiz, Jean Beausejour y Francisco Silva marcaron por la Roja.

Chile salió airoso por la misma vía el año pasado en la final contra Argentina, en un encuentro que tampoco tuvo goles. Frustrado por perder su cuarta final con la Albiceleste, y tercera en años sucesivos, Messi dijo que no jugará más con la selección.

Messi y la Albiceleste cayeron 3-0 frente a Brasil en la Copa América de 2007, 1-0 contra Alemania en el Mundial de 2014 y ante Chile el año pasado. Cuatro partidos decisivos en los que Argentina —y su goleador histórico— no inflaron las redes una sola vez.

Al igual que en 2014 y 2015, Gonzalo Higuaín falló un gol cantado que hubiese inclinado la balanza. En esta ocasión, fue a los 21 minutos, cuando encaró a Bravo en un mano a mano y mandó la pelota desviada.

Argentina no gana un título de mayores desde la Copa América de 1993, cuando Messi tenía seis años y apenas daba sus primeros pasos en las inferiores de Newell’s Old Boys en su Rosario natal. Su próxima oportunidad será el Mundial de 2018 en Rusia, cuando se cumplirán 25 años desde aquella conquista.

Con el segundo título en su historia, Chile confirmó su estatus como uno de los nuevos grandes del fútbol mundial.

La Roja llegó a la Copa Centenario con algunas dudas tras el cambio de timonel en enero, cuando Pizzi reemplazó a su compatriota argentino Jorge Sampaoli, el ganador del título en 2015 que dejó el cargo en medio de una disputa con la dirigencia de la federación nacional.